En la mitología griega
Hermes es el dios olímpico mensajero, de las fronteras y los
viajeros que las cruzan, de los pastores , de los oradores y el
ingenio, y el comercio en general, de la astucia de los ladrones y
los mentirosos. En la mitología romana era denominado como Mercurio.
Hijo de Zeus y la pléyade Maya. El himno homérico a Hermes lo
invoca como el «de multiforme ingenio (polytropos), de astutos
pensamientos, ladrón, cuatrero de bueyes, jefe de los sueños, espía
nocturno, guardián de las puertas, que muy pronto habría de hacer
alarde de gloriosas hazañas ante los inmortales dioses.»
Papeles
El rasgo principal en las
tradiciones sobre Hermes consiste en su papel de heraldo de los
dioses, puesto éste en el que aparece incluso en los poemas
homéricos, compartiendo esta función con Iris. Un intérprete que
cruza las fronteras con extraños es un hermeneus. De Hermes procede
la palabra «hermenéutica» para el arte de interpretar los
significados ocultos. En griego un hallazgo afortunado era un
hermaion.
Su carácter original de
divinidad de la naturaleza pelasga o arcadia desaparece gradualmente
en las leyendas. Como heraldo de los dioses, preside sobre la
habilidad en el uso de la palabra y la elocuencia en general, pues
los heraldos son oradores públicos en las asambleas y otras
ocasiones. Como diestro orador, era especialmente empleado como
mensajero, cuando se requería elocuencia para lograr el objeto
deseado. De ahí que las lenguas de los animales sacrificados le
fueran ofrecidas. Como los heraldos y mensajeros solían ser hombres
prudentes y circunspectos, Hermes era también el dios de la
prudencia y la habilidad en todas las relaciones de intercambio
social. Estas cualidades estaban combinadas con otras parecidas,
tales como la astucia, tanto en las palabras como en las acciones, e
incluso el fraude, el perjurio y la inclinación al robo. Los actos
de este tipo eran cometidos por Hermes siempre con cierta habilidad,
destreza e incluso elegancia. Según el prominente folclorista
Meletinskii, Hermes es un tramposo deificado. Concedía los poderes
que él mismo poseía a los mortales y héroes que gozaban de su
favor, así como a todos los que tenía bajo su especial protección
o eran llamados hijos suyos.
Como inventor del fuego,
Hermes es un paralelo con el titán Prometeo. Además de la siringa y
la lira, Hermes inventó varios tipos de carreras y el deporte de la
lucha, y por esto fue nombrado patrón de los atletas.
Hermes también actuaba
como un psicopompo o guía de los difuntos, a quienes ayudaba a
encontrar su camino hasta el Inframundo griego. En muchos mitos
griegos, Hermes es representado como el único dios además de Hades
y Perséfone que podía entrar y salir del Inframundo sin problemas.
Además de escoltar a los muertos, Hermes solía ayudar a los
viajeros a tener un viaje seguro y sin contratiempos. Muchos griegos
le dedicaban sacrificios antes de viajar.
Nacimiento e infancia
Hermes fue hijo de Zeus y
Maya, una de las Pléyades, hija de Atlas. Nació en una cueva del
monte Cilene en Arcadia. Sin embargo alguna tradición sitúa su
nacimiento en el Olimpo. A veces se le aplica los epítetos de
Atlantiades o Cilenio.
En sus primeras horas de
vida, se escapó de su cuna, fue a Pieria y se llevó algunos de los
bueyes de Apolo. En la Ilíada y la Odisea no se menciona esta
tradición, si bien Hermes es caracterizado como un astuto ladrón.
Otras versiones, incluso, refieren el robo de los bueyes a una época
más avanzada de la vida del dios. Para no ser descubierto por los
rastros de sus pasos, Hermes se puso unas sandalias y condujo los
bueyes a Pilos, donde mató dos y encerró el resto en una cueva. Las pieles de los animales muertos fueron clavadas a una roca, y
parte de su carne fue cocinada y consumida, y el resto quemada; al
mismo tiempo ofreció sacrificios a los dioses olímpicos, por lo que
probablemente fuera llamado el inventor de la adoración divina y los
sacrificios.
Tras esto volvió
inmediatamente a Cilene, donde encontró una tortuga a la puerta de
su cueva natal. Hermes tomó el caparazón del animal, tensó cuerdas
a su través e inventó así la lira y el plectro. Algunos dicen que
el número de cuerdas de su nueva invención fue tres y otros dicen
que siete, y estaban hechas de tripa de buey u oveja.
Apolo, gracias a su poder
profético, había descubierto mientras tanto el robo, y fue a Cilene
a acusarlo de él delante de su madre Maya. Ésta mostró al dios el
niño en su cuna, pero Apolo llevó al niño ante Zeus y exigió la
devolución de sus bueyes. Zeus le ordenó que cumpliese con las
demandas de Apolo, pero Hermes negó haber robado el ganado. Sin
embargo, como vio que sus afirmaciones no eran creídas, condujo a
Apolo hasta Pilos y le devolvió sus bueyes, pero cuando Apolo oyó
los sonidos de la lira quedó tan encantado que permitió a Hermes
quedarse los animales. Hermes inventó entonces la siringa y tras
haber revelado a Apolo sus invenciones, los dos dioses entablaron una
estrecha amistad.
Apolo obsequió a su
joven amigo con su propia vara dorada de pastor, enseñándole el
arte de profetizar por medio de los dados, y Zeus lo hizo su propio
heraldo y también de los dioses del mundo inferior. Apolo rehusó
enseñar a Hermes el arte de la profecía y le refirió para ello a
las tres hermanas que moraban en el Parnaso, pero le confirió el
oficio de proteger ganados y pastizales.
Descendencia
Pan
El dios griego de la
naturaleza, las ovejas y los rebaños, Pan, se decía a menudo que
era hijo de Hermes y la ninfa Dríope. En el himno homérico a Pan,
su madre huía del recién nacido dios asustada por su apariencia
cabruna.
Hermafrodito
Hermafrodito fue un hijo
inmortal de Hermes con Afrodita. Fue transformado en hermafrodita
cuando los dioses concedieron literalmente a la ninfa Salmacis su
deseo de no separarse jamás de él.
Abdero
Abdero era un hijo de
Hermes que fue devorado por las yeguas de Diomedes, quien había
quedado encargado de custodiarlas mientras su amigo Heracles luchaba
con los hombres de Diomedes.
En los mitos
Sus servicios a Zeus no
se limitaban a los oficios de heraldo y mensajero, siendo también su
auriga y copero. Como los sueños son enviados por Zeus, Hermes, el,
los conduce hasta los hombres, y por esto es también descrito como
el dios que tenía en su poder enviar el sueño reconfortante o
retirarlo.
La Ilíada
En la Guerra de Troya
Hermes estuvo del lado de los griegos. El cuerpo de Sarpedón fue
sacado del campo de batalla de Troya por los dioses alados gemelos,
Hipnos (Sueño) y Tánatos (Muerte). La pareja se describe vestida
con armadura y supervisada por Hermes Psicopompo en el canto XVI de
la Ilíada.
Además, Hermes ayuda al
rey Príamo de Troya a internarse en el campamento aqueo para
enfrentarse a Aquiles y convencerlo de que le devuelva el cuerpo de
su hijo Héctor.
La Odisea
En el Libro V de la
Odisea, Hermes es enviado por orden de Zeus a liberar a Odiseo de la
isla de Calipso. En el Libro X protege a Odiseo de Circe dándole una
hierba no identificada denominada moly que lo protegería de su
hechizo. Odiseo, el protagonista principal de la Odisea, desciende
por línea materna de Hermes.
Argos Panoptes e Ío
Cuando la ninfa Ío, una
de las amantes de Zeus, fue atrapada por Hera y puesta bajo la
vigilancia del gigante de cien ojos Argos Panoptes, Zeus ordenó a
Hermes que robase a la ternera, pero fue denunciado por Hiérax.
Hermes tuvo que matar a Argos. Por este asesinato es muy comúnmente
llamado Argifontes. En otra versión Hermes salvó a Ío durmiendo al
gigante con historias y canciones y decapitándolo entonces con una
espada con forma de medialuna. Los ojos de Argos fueron puestos en la
cola del pavo real, símbolo de Hera.
Perseo
Hermes ayudó a Perseo a
matar a la gorgona Medusa dándole sus sandalias aladas y la hoz de
Zeus. También le dio el casco de invisibilidad de Hades y le dijo
que lo usara para que las inmortales hermanas de Medusa no lo vieran
huir. Atenea también ayudó a Perseo prestándole su pulido escudo.
Por último, Hermes lo guió al Inframundo.
Prometeo
En algunas versiones, fue
el que ató a Prometeo en el monte Cáucaso.
En la tragedia Prometeo
encadenado, atribuida a Esquilo, Zeus envía a Hermes a enfrentarse
al titán encadenado Prometeo por una profecía sobre el titán que
lo derrocaría. Hermes regaña a Prometeo por no ser razonable y
querer prolongar su tortura, pero Prometeo rehúsa darle detalles
sobre la profecía.
Herse, Aglauro y Pándroso
Cuando Hermes amaba a
Herse, una de las tres hermanas que servían a Atenea como
sacerdotisas (partenos), su celosa hermana mayor Aglauro se interpuso
entre ellos. Hermes la transformó en piedra y fue padre de Céfalo
con Herse, de Eumolpo con Aglauro y de Cérix con Pándroso.
Otras historias
En la historia del músico
Orfeo, Hermes llevó de vuelta a Eurídice al Hades después de que
éste mirase atrás para ver a su esposa por segunda vez.
Hermes ayudó a proteger
al dios infante Dioniso de Hera, después de que ésta matase a su
madre mortal, Sémele, por celos: Rescató a Dioniso de las llamas
tras su nacimiento o lo recibió de manos de Zeus para llevarlo a
Atamas.
Transformó a las
Miníades en murciélagos.
Enseñó a las Trías las
artes de la profecía y la adivinación.
Ató a Ixión a la rueda
Condujo a Hera, Afrodita
y Atenea junto a Paris.
Cuando los dioses crearon
a Pandora, fue Hermes quien la llevó a las mortales y le otorgó su
fuerte sentido de la curiosidad.
El rey Atreo de Micenas
recuperó el trono de su hermano Tiestes siguiendo los consejos que
recibió del tramposo Hermes. Tiestes accedió a devolverle el reino
cuando el sol se moviese hacia atrás en el cielo, una hazaña que
Zeus hizo posible. Atreo recuperó el trono y desterró a Tiestes.
Vendió a Heracles a
Ónfale.
Diógenes, hablando en
broma, contaba el mito de Hermes apiadándose de su hijo Pan, quien
suspiraba por Eco pero era incapaz de tenerla, y le enseñaba el
truco de masturbación para aliviar su sufrimiento. Más tarde Pan
enseñó la costumbre a los pastores jóvenes.